¿Hay una renovación en la derecha boliviana?

 

Carlos H. Burgoa Moya

No. Debemos ser claros y concretos, en el país, con raras excepciones nunca hubo una derecha que pueda decirse que quiso renovar y construir porque simplemente hubo y hay intereses que se juegan para hacerse ricos de la noche a la mañana en Bolivia.

Claro ejemplo están las actuales candidaturas que en el pasado reclamaban que hay que renovar la política y que hay que dar chance (oportunidad) a los jóvenes, veamos: Eva Gonzales, en Pando; Iván Arias, en La Paz; Johnny Fernández, en Santa Cruz; Manfred Reyes, en Cochabamba. Que renovación.

Sin ir muy lejos, remontando a un año, los seguidores de las pititas, encabezados por los ya nombrados decían que iban hacer un nuevo país y se llenaron la boca a diestra y siniestra que en los 14 años del Gobierno de Evo Morales, la corrupción había campeado en todas sus esferas; tuvieron el poder, el Gobierno y porque no investigaron, simplemente no hicieron nada, porque se embolsillaron la plata que el pueblo boliviano ahorro durante muchos años de sacrificio y austeridad. Que hubo errores en el pasado, nadie lo duda y que en base a esos errores se debe ser autocritico y construir un nuevo país, eso esta sobrentendido.

Es hora de poner las tildes donde sea necesario y no andar vociferando que hoy ellos son la renovación en la política y que muchos de los candidatos ya pasaron por varias tiendas políticas sin ningún resultado, eso está demostrado. Que las elecciones subnacionales, es el camino de la renovación podría haber sido, pero en algunos casos lo será, pero lamentablemente en otros no, porque prima más el interés económico que el interés de cambiar la vida cotidiana de los habitantes de éste país.

Donde está la renovación, en que sepamos reconocer que el ciclo de muchos compañeros ha terminado, que tuvieron su oportunidad, ahora con todo derecho deben dar un paso al costado y construir nuevos liderazgos, formando gente para las nuevas generaciones y no vivamos de los recuerdos, la vida es esta la que un día lamentablemente partiremos, pero dejemos huella de nuestro paso por esta tierra.