Por Carlos Burgoa Moya
Los hechos acaecidos en Bolivia entre el 20 de octubre y el 12 de noviembre de 2019, no pueden ser solo atribuibles a un fraude en las elecciones de ese año, si nos que debe llevarnos mucho más allá de una investigación, ya que llevo el hecho en la renuncia del presidente Evo Morales. Si algo debemos hacer todos los bolivianos es buscar la verdad.
El reciente artículo de opinión de dos columnistas del The Washington Post John Curiel y Jack R. William, (Anexo 1) donde hacen un análisis exhaustivo de lo que paso en las elecciones en Bolivia, además analizando el informe de la Organización de los Estados Americanos OEA (Anexo 2), develan lo que han pasado en Bolivia. Han pasado más de cinco meses y la actual administración del Estado que se hizo del poder el pasado 12 de noviembre no aclara o no desea hacerlo tales sucesos. Y parte de esta investigación también debería haber sido involucrado el Tribunal Supremo Electoral, como ente responsable de dar a conocer si hubo o no hubo fraude.
Otro hecho que poderosamente llama la atención y que hasta ahora hay dos develaciones que, si hubo golpe de Estado, son las declaraciones vertidas por Luis Fernando Camacho y Waldo Albarracín y siendo un hecho de tales características, la justicia ya debía tomar cartas en el asunto.
No es para poco, ya que estas actitudes, que tanto se critican de la anterior gestión gubernamental y ahora de la actual, que ha cambiado, nada, sólo mantos de impunidad y de solapamiento.
A la larga estos hechos, no sólo son para los anales de los historiadores, son hechos que no se deben volver a repetir, porque denodadamente se dice que en los casi 14 años de Gobierno de Evo Morales, se vivió una dictadura, que se aclare porque muchos de nosotros hemos asistido a tres elecciones nacionales, entre otras y nadie dijo que había fraude o que había favorecimiento a un candidato
Los hechos luctuosos en Bolivia, donde más de 30 seres humanos han perdido la vida, ya debía llevarnos a pensar que pasado el año pasado y no simplemente a manifestar que aquí no pasó nada. Los legisladores del Movimiento al Socialismo, deberían ser los primeros en develar estos hechos, pero por lo que se ve, ellos bien gracias, que haya autocritica y critica de ambos lados, pero la historia no puede volver a repetirse.
Anexo 1
Anexo 2
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