Por: Cintia Fabiola Figueredo Quisbert
En 1947 Thor Heyerdahl, sintiéndose atraído por comprobar una hipótesis, gestionó un viaje marítimo que pretendía partir desde el Perú y llegar a la Polinesia, su viaje fue calificado de descabellado e imposible por la opinión pública de esa época. Nuestro viajero había visitado la Polinesia y Sudamérica y se dio cuenta de que había una similitud, en ambos territorios se hablaba de un dios creador llamado Kon Tiki, un dato inquietante que lo llevó a formular la idea de que los habitantes de Sudamérica fueron los que se lanzaron a navegar el océano Pacífico, y no al revés que los polinesios fueron los que llegaron aquí.
Este explorador no imaginó que años más tarde, investigaciones en áreas como: genética, botánica y arqueología, demostrarían los vínculos históricos entre ambas regiones, América y Polinesia, entre estos resultados resalta el hallazgo de camote (Ipomoea batatas), un tubérculo domesticado en Sudamérica, presente en la actualidad en varias islas de Polinesia, fueron los viajes marítimos que hace muchos siglos atrás llevaron este alimento al otro lado del océano, el aporte de Thor radica en haber querido recrear esas travesías, por suerte los resultados de su proyecto fueron inmortalizados en un libro publicado en 1951, titulado: “Expedición de la Kon-Tiki”, del cual se presenta una breve reseña.
El proyecto de Thor Heyerdahl
Thor Heyerdahl fue un etnólogo y explorador noruego que nació el 6 de octubre de 1914 y murió el 18 de abril de 2002. En 1947 junto a 5 personas inició un proyecto de navegación denominado Kon-Tiki, el cual tenía como objetivo navegar el océano Pacífico utilizando una embarcación construida a partir de técnicas y materiales prehispánicos, con el fin de demostrar que los viajes desde Sudamérica a la Polinesia sÍ fueron posibles. Para tal fin se dispuso a conseguir lo primero: madera balsa, una especie de árbol maderable que por sus características puede flotar y servir para la navegación, tuvo que trasladarse hasta Ecuador, para conseguir el material y luego usarlo para elaborar una embarcación, respetando lo más posible las técnicas y modelos indígenas.
En el texto el autor narra todas las dificultades técnicas y diplomáticas que tuvo que enfrentar la Kon-Tiki antes de poder navegar en mar abierto, pero lo más interesante de su experiencia radica en la descripción de los 101 días en los que los navegantes estuvieron en el Pacífico, las tormentas enfrentadas, los animales extraños observados, sus habilidades para conseguir alimentos, la observación de las constelaciones como guía de navegación. La travesía comenzó en Perú el 28 de abril de 1947, navegaron a lo largo de casi 7000 km por el océano Pacífico, hasta llegar a un arrecife en el atolón de Raroia, en las islas Tuamotu, de la Polinesia, el 7 de agosto de 1947. Todos llegaron con vida a excepción de un pequeño loro, compañero inicial de viaje, el cual pereció en una de las primeras tormentas que tuvieron que enfrentar. Fue sin duda un viaje que cuyos detalles merecen ser leídos de primera mano, para empatizar y recrear las sensaciones de aventura que transmite el autor en su narración.
El camote como evidencia del contacto entre América y Polinesia
Según un artículo de la BBC de 2013, “La teoría del intercambio y el contacto entre polinesios y americanos hace casi 1.000 años no es nueva, fue ya propuesta por el científico Douglas Yen en 1970. Hoy se corrobora gracias al amplio estudio genético y del ADN llevado a cabo por el grupo de científicos franceses.”. (BBC, 2013), dicho contacto es verificable por la presencia de camote (Ipomoea batatas) un tubérculo sudamericano en la Polinesia, este tubérculo fue domesticado en América, se acepta la teoría de que existieron focos independientes de domesticación entre Centroamérica (México, Guatemala, Panamá) y Sudamérica (Perú, Colombia, Ecuador).
Una evidencia lingüística interesante gira en torno a la palabra “kumara”, vocablo que se utiliza tanto en la Polinesia como en la región andina para denominar al camote (Ipomoea batatas), se considera que el origen del camote de Polinesia, fue introducido por los viajeros polinesios, quienes la colectaron del oeste de la costa de Sudamérica, entre 1000 a 1100 d.C., aunque Heyerdahl trato de demostrar lo contrario, que los sudamericanos llevamos el camote a la Polinesia.
Conclusión
La expedición de la Kon-Tiki, no fue el único proyecto de Thor Heyerdahl, entre 1969-1970 dirigió las “Expediciones científicas transoceánicas de Ra”, y aunque la comunidad científica no aceptó las teorías de este autor, su aporte radica en haber pretendido demostrar de manera práctica que los viajes interoceánicos desde Sudamérica hasta la Polinesia sí pudieron ser posibles, además de haber inspirado a proyectos de navegación similares llevados a cabo por científicos bolivianos y extranjeros hasta el presente siglo, además su travesía fue llevada al cine, en una película estrenada en 2012.
Para los humanos de espíritu inquieto, el libro “Expedición de la Kon-Tiki” de Thor Heyerdahl es sin duda una inspiración que lleva a empujarnos a ir más allá de nuestros propios límites y comodidad, ir hacia lo desconocido, en pro del conocimiento, uno que construya, que aporte, que inspire a las generaciones venideras, esas que han delegado su capacidad de imaginar y pensar a una inteligencia artificial.
BIBLIOGRAFIA
HEYERDAHL, Thor. 1951. La expedición de la Kon-Tiki. Editorial Juventud. Buenos Aires, Argentina.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/03/130301_camote_america_descubrimiento_cristobal_colon
https://nanzanu.repo.nii.ac.jp/record/3189/files/pl17_04_mercado_ruvalcaba_jesus.pdf
https://revistas.coarpe.org.pe/index.php/nawpamarca/article/view/55/50
https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/
https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/66703725/12._Origen_evolucion_y_distribucion_Batata_Rev_Agric_Trop_2017-libre.pdf?1619562389=&response-content-dispos