Por Carlos Humberto Burgoa Moya
Al finalizar este año deseo hacer unas breves puntualizaciones sobre la obra; Limitaciones históricas y políticas del «Proceso de Cambio» ¿Fin de ciclo? de José Daniel Llorenti, editado bajo el sello de Librería Editorial Subterránea, (2024, 163 pág.) donde el autor analiza y pone en consideración a su entender como se dio el inicio el Proceso de Cambio que ya bordea los 20 años y que de manera sutil expone que hechos importantes a través de nuestra historia dio origen a un ciclo que se inicia en 2006 – 2025 que entrará nuevamente en su evaluación por el pueblo boliviano.
El largo proceso emancipatorio del pueblo boliviano, que de manera sintética detalla Llorenti, se inicia en 1952 con la Revolución Nacional y otros acontecimientos a nivel Latinoamericano hacen que se origine este Proceso de Cambio, liderizado por Evo Morales en 2006. Pero un hecho que no debe dejar de soslayarse es que este proceso sin la presencia de movimiento campesino, que toma para si la vanguardia de encabezar una larga travesía que se inicia en 1988 en el primer congreso extraordinario de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y plante la tesis de construir un Instrumento Político, entre otros planteamientos que se deben rescatar en esta coyuntura y es la partera principal de lo que hoy denominamos Proceso de Cambio, que con varias vertientes hoy podemos decir, si cumplió su objetivo o es un fin de ciclo a lo que da entender el autor del libro.
Es probable que los objetivos planteados a lo largo de estos años de intensa actividad política, sea a través de instituciones como el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) dependiente de la Vicepresidencia del Estado o de u otra institución les haya interesado hacer una investigación sería e imparcial para preguntar donde se originó esta idea original de hacer política desde el sindicato y/o organización social llamado Movimiento al Socialismo, Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Es muy difícil hacer investigación en un país que casi no lee y peor no investiga y va ahí una critica a nuestros medios de comunicación que lo que hoy es noticia, mañana ya es papel en desuso porque ya no lo vuelven a tocar o simplemente es poco probable que vuelvan a esa noticia.
A lo largo del libro ¿Fin de Ciclo?, donde expone la contribución de destacados políticos e investigadores, quizás Hugo Moldiz, sea el único de los pocos sobrevivientes de la primera Dirección Nacional que encabezo Alejo Veliz, que muy pronto se desencanto con la política y se fue a otras fuerzas políticas. Y de los investigadores el menos indicado sea nuestro exvicepresidente que nunca comulgo con la idea de un Instrumento Político, por diferentes razones, ya investigadas de sobre manera y de Molina, Viaña o Bautista, se puede decir muy poco si contribuyeron o no a este proceso. Pero resaltar el aporte de Cesar Navarro, que desde la trinchera supo aportar con un granito de arena a lo que llegamos hoy.
Son varios los aportes de Llorenti, que quizás es una buena lectura para poder encarar lo que se podría llamar a hacia donde vamos este 2025, porque esta en pie por ejemplo el de cambiar el actual Estatuto Orgánico, que de manera personalista fue cambiada a imagen y semejanza de quien lo dirigía.
Que tiene limitaciones el Proceso de Cambio, no hay duda porque su propio nacimiento fue confuso, como es compleja nuestra sociedad, porque como nunca hoy Bolivia vive una disyuntiva en volver al pasado o superar el Proceso de Cambio, porque todo tiene un ciclo y quizás el actual haya llegado a su límite y de aquí en adelante es la construcción de otras utopías y otros derroteros.
Es menester que haya investigaciones como la que hizo José Llorenti, porque muestra que hay mucho por escarbar en nuestra propia historia y no en otras que se caen en su propio laberinto.