Por Carlos H. Burgoa Moya
Leer en tiempos actuales, libros sobre golpes de Estado u otras similitudes, siempre es como leer cuentos o historias de otros tiempos que quizás no tengamos mucho que ver porque no lo vivimos en carne propia o simplemente la magia del cine y la televisión nos ha mostrado como una ficción sin realismo y con protagonistas poco creíbles, pero encontrar que ellos mismos no los cuente es retraernos y volcar nuestra mirada a lo que puede cualquier momento nos puede volver a pasar; dictaduras, desapariciones y todo lo que ello implica. Leila Guerriero (Junín, 17 de febrero de 1967) escritora, periodista y editora Argentina, que a través de su última obra “La llamada” (Anagrama 2024) nos sumerge en lo que sucedió a una mujer llamada Silvia Labayrú, que, gracias a ese relato en más de cuatrocientas páginas, dejará perplejos a propios y extraños.
Este relato-diálogo, está plagado de hechos que me dejo sumergido en lo que fue la Argentina y muchos otros países en la década de los 70s. Esta excelente periodista que escribe, tan maravillosamente que, a través de su la historia de Silvia Labayru, mujer brutalmente torturada y humillada por la dictadura militar Argentina, repudiada después por muchos de sus compañeros que durante casi dos años Leila, habló con sus amigos, sus ex parejas, su pareja actual, sus hijos y sus compañeros de cautiverio y de militancia. El resultado es el retrato de una mujer con una historia compleja en la que se mezclan amor, sexo, violencia, humor, hijos, padres, infidelidad, política… En si es un libro que no te da respiro, porque te sumerge en hechos que, ni lo podrías imaginar porque lo lees y te preguntas de donde eran estos militares, creían que ¿nunca iban a ser juzgados y condenados por lo que hicieron? Gente de poca monta para un país tan grande.
La llamada es un libro duro, pero escrito con una profesionalidad, con un cuidado, con respeto y una delicadeza que hacen de él un testamento valioso, porque después de esta obra, -estoy seguro- que habrá una película o una serie, que espero no la degrade en su esencia.
En sus páginas derrama y alberga a una mujer que tuvo una niña en su cautiverio y supo lidiar con sus captores y violadores una esperanza de una nueva vida, ya que el encierro desde 11 de marzo de 1977, hasta el 26 de julio de 1978, siempre estuvo en su mente la idea de una nueva vida, aunque sus “compañeros” la tildaban de haber transado con los militares para que sobreviva, todo falso y lo cuenta muy bien en la obra.
Silvia superviviente de la Escuela de Mecánica de la Armada, conocida como ESMA, durante la atroz dictadura argentina, alberga muchas historias de detenidos y desparecidos en circunstancias de amplio conocimiento, ya que muchos de nuestros países vivimos en carne propia las dictaduras militares.
Guerriero y Labayru comparten el objetivo de entregar un texto necesario, para que no se repita la historia, porque cada detalle que se relata en esta obra te sumerge que esto sucedió a un ser humano de carne y hueso, y a otros que por casualidades del destino ya no se encuentran entre nosotros para que nos relaten lo que les había sucedido.
Es difícil hablar y escribir en pasado leyendo este libro, porque no te da respiro para volcarse hacia atrás, ya que te sumerge a la actual realidad, porque nadie o ningún país está en volver a lo que paso y debemos estar siempre alertas a lo que pueda pasar en cualquier momento. Les invito a leer este libro y no se arrepentirán.