Por Carlos H. Burgoa Moya.
Muchas veces los críticos y los que de alguna forma están involucrados en el periodismo, vociferan que el buen periodismo ya no hay o está en decadencia y que los buenos periodistas están en capa caída. Pero nada más falso ya que acabo de terminar de leer una monumental obra -de las muchas que tiene en su haber- y demostrarnos que con buena pluma y una buena redacción Jon Lee Anderson, nos puede sumergir que, este mundo y particularmente América Latina, esta llena de grandes acontecimientos para contar al mundo, que esta parte del planeta da mucho por escribir.
Su obra “Los años de la espiral. Crónicas de América Latina” (sextopiso. España. 707 páginas. 2020), traducido por Daniel Saldaña. Nos adentra desde todos los flancos del poder y desde el llano de las historias que desde el año 2010 hasta el 2020 de izquierda a derecha. Desde sus páginas nos adentra en una sinopsis en un retrato de que el poder, cambia o realmente muestra como es el ser humano cuando está sumergido en él.
Anderson que anteriormente escribió “Che: una vida revolucionaria”, desde la Habana-Cuba, donde lo retrata al comandante con mucho respeto, pero sin admiración y nos muestra que cuando uno hace un buen trabajo, puede retratar un personaje o una historia, sin caer en banalidades o excentricidades y mostrar que, desde una óptica bien hecha, uno lee un buen libro.
En la obra que les comento, nos adentra de lo que fue y quizás es hasta ahora de lo que vivimos esa marea de lideres de izquierda que trajo la revolución cubana, seguido ya en pleno siglo XX, a lideres de la talla de Chávez, de su amistad con García Márquez, Leonardo Padura, de lo que vive Nicaragua, de la visita de Obama a Cuba, de lo que dejo Pablo Escobar a su país, el paso de Lula, Dilma Rousseff de Bolsonaro en Brasil, el ascenso de Andrés Manuel López Obrador, la Venezuela de Maduro, después de la muerte de su mentor, entre otras historias que nos relata de una forma tan amena que uno se pregunta dónde estamos hoy y que futuro nos depara el mañana, culmina con una breve pero sustantiva historia de como fue su encuentro con Evo Morales, después de su huida a México en 2019.
Es bueno saber que habiendo buenas historias debe haber papel para rato, porque quien no goza de tener entre sus manos un buen libro de historias y mejor si son bien contadas, porque nadie puede negar que el estilo que le pone en sus crónicas Jon Lee, es para que aquellos que se están iniciando en el mundo del periodismo que, mejor leyendo a este experimentado periodista americano, que donde pone la pluma, pone el ojo crítico para que su retratado sea una muestra de tal como es aquel que es reflejado en sus crónicas.
Soy de los que siguen comprando el periódico matutino en físico (en papel) y de los que se niegan -pero que acepta a regañadientes- que un día ya no habrá libros impresos, aunque nadie puede negar que desde una Tablet o un Kindle podemos cargar con toda una biblioteca en las manos.
Les recomiendo leer esta magnifica obra ya que les abrirá los ojos que no todo de lo que fue el paso por las fuerzas de izquierda o derecha, en algunos de nuestros países fue de color de rosa y que, si no sabemos de lo que fue y paso en la reciente historia de Latinoamérica, podemos volver a repetir la misma historia y cometer los mismos errores.