Por Carlos H. Burgoa Moya
Han pasado 55 años (1967-2022) de su cruel asesinato en una escuelita de la Higuera-Bolivia y todavía en toda manifestación que se da por el mundo su icono foto está presente por donde lo veamos, unos con simpatía y otros como signo de enfrentamiento. Pero siempre está ahí presente en la lucha.
Siempre me he preguntado que hubiese sido el Che hoy, quizás ya no hubiese estado vivo, pero cual habría sido su desempeño si no hubiese venido a Bolivia en los turbulentos años 70s., ¿hubiese estado vivo al frente del coloso imperio norteamericano para enfrentar los miles de batallas que ha sufrido Cuba desde el triunfo de su revolución, allá por 1959, hasta estos días? Ni duda cabe, porque pase lo que pase, a pesar de la muerte de Fidel Castro, Cuba sigue siendo un ejemplo a seguir por los países del hemisferio, quizás no con mucho ahínco, pero ejemplo al fin.
Pero su presencia del Che, desde su incorporación a la revolución cubana, siempre sentó un peso importante para el que hacer de ese hecho histórico, porque desempeñó varias funciones, desde ministeriales hasta misiones militares internacionalistas, entre otras, pero su ya figura era de peso relevante por donde iba, quizás de ahí surgió de dar su aporte a que haya otras Cuba, como el mismo lo manifestó en varios foros que asistió.
Pero el real aporte del Che, ésta en el campo de la medicina, en el trabajo voluntario, en el constante estudio no guiado por el interés económico, sino por la atención del ser humano. Muy pocas veces hemos sentido que pocos hombres lo den todo por la humanidad, ya que es la muestra de su grandeza que son guiados como decía el Che «por grandes sentimientos de amor a la humanidad».
Una humanidad que poco a poco se va volviendo poco sentida por sus semejantes y es más guiada por el interés material y económico. Muchos países de América Latina, le deben mucho a esos esfuerzos que hace la isla de Cuba, en la atención gratuita de los miles de médicos que pululan por el mundo, haciendo un trabajo voluntario, ya que gracias a ellos pueden ver mejor y tener una vida más acogedora que nos da este mundo.
El modelo de hombre nuevo que propuso, tantos años después de su muerte continúa mostrando a las nuevas generaciones el camino a seguir, porque día que pasa vemos una humanidad poca sentida por lo que pasa a su alrededor y más interesada en sumar riqueza que sumar conocimiento.
Siempre recordaré esa frase de los niños de Cuba, que dicen «seremos como el Che» y que hoy pese a sufrir una embargo injusto e inhumano siguen pensando en los demás que no tienen, aunque ellos tampoco tengan lo suficiente. Que hace falta construir una nueva sociedad, es inevitable y muy necesaria porque al paso que vamos muy pronto estaremos en una miseria moral sin precedentes. Ese Che es el que nos debe guiar y continuar en la lucha, sin miedo, con la verdad y la justicia como arma, de personas que ven y muestran resistencia y lealtad en la posibilidad de un mundo mejor y parafrasear a Galeano «¿Por qué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre de seguir naciendo? Ni duda cabe.